lunes, 13 de febrero de 2017

La Casa Cuna



La historia   de la Casa Cuna ,procede de principios del pasado siglo y es consecuencia de la generosidad del Marqués de Murrieta, quien la creó a sus expensas para donarla desinteresadamente a Logroño. El benefactor solicitó permiso para construir el edificio que todos conocemos en un solar de la entonces llamada carretera de Burgos, el 17 de marzo de 1905. 

El terreno fue adquirido a Joaquín Redón y la construcción corrió a cargo del maestro albañil Domingo Calvo Baltanás. Se creó destinado a Asilo de Párvulos y en los correspondientes estatutos se puntualiza que dará atención a los niños de madres pobres y de aquellas que necesitan tener un albergue para sus hijos mientras ellas se ven obligadas a desplazarse de sus domicilios por tener que ir a trabajar.

Junto a lo que entonces suponía un magnífico legado inmobiliario, el Marqués de Murrieta, hizo donación de 65.000 pesetas en valores de renta fija de los que se obtenía una rendimiento del 4 por ciento, lo que representaba una renta anual de 2.016 pesetas. En la fachada se colocó la inscripción: «El Excmo. Sr. Marqués de Murrieta costeó este asilo para la infancia en el año 1906»; y en lo alto de la misma queda coronada con el escudo nobiliario de don Luciano, que así se llamaba el generoso prócer.


edificio  muy querido por todos los logroñeses.

En los estatutos se señala que como máximo se acogerá a cien niños y que serán alimentados los menores de un año con lactancia adecuada a su edad, a los de uno a dos años con un biberón a las diez de la mañana, con otro a mediodía y con un tercero a las cinco de la tarde. A los niños de dos años en adelante, hasta los cuatro que era el tiempo máximo que podían tener acogida, se les daba sopa de fideos finos, de sémola, tapioca o similar y carne con patatas.
Maravillosa la puerta de entrada 

foto   de la época   en que se inaguro















Ante el altruista gesto del donante, el Ayuntamiento, en sesión celebrada el 10 de diciembre de 1906, acordó aceptarlo y en justa compensación acordaron nombrarle hijo predilecto y adoptivo de Logroño y el 3 de febrero de 1907 se descubrió una placa para designar a la entonces llamada carretera de Burgos, como calle Marqués de Murrieta. 

Mientras llega su recuperación se recuerda que en este edificio de austera y sólida fachada era dirigido en el aspecto sanitario por el doctor Fernando Pons, quien en él atendía también a niños aunque no estuvieran acogidos en la institución. Siempre  se  recuerda asimismo que se instalaba en las fiestas navideñas un llamativo Belén.

Que podemos decir de este edificio tan singular  en el centro de Logroño, que es singular y que muchos de nosotros en algún momento de nuestra niñez pasamos por el,    bien por  visitas medicas...   entonces   la especialidad de pediatra estaba por llegar a esta ciudad,  esperemos que nunca falte este  edificio  que  aunque  no es  grande si lo es en los corazones de todos los  logroñeses,en el presente    es una  guardería   en la que no hace mucho tiempo  hubo algunos serios `problemas  con las cuidadoras...

En  muchas ocasiones  a lo largo de la historia de Logroño  vemos que  ciertos personajes históricos  ayudaron  mucho a esta ciudad,  pero   eso  fue hace ya un siglo ahora   no  vemos tales cosas y  personas  como Sagasta, Espartero   o el mismo Marques   nos dejaron  huérfanos..que paso en esta ciudad  todos estos años  para este parón...??









   

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