Ayudaba a tal condición su arraigado espíritu comercial, al que contribuía la fisonomía de sus viviendas: muchas de ellas, de perfil estrecho y profundo, se erigían como el escenario ideal para pertrecharse de un comercio en su planta baja, lo cual acababa sucediendo. En la época en que Logroño se consagró como posible paraíso de una clase media que aspiraba a algo más, esos establecimientos se ofrecían como faro, guía y brújula de la ciudadanía. La escasez de competencia remató el cuadro: era un edén casi monopolizado por una idea de comercio único. O casi. La primera tienda de zapatos para niños en toda la ciudad estaba allí quien no recuerda calzados Pisa, Ochoa en la esquina de la plaza del Mercado o Creaciones Conchita entre muchas otras... también relojerías de las que ya pocas quedan en Portales o alrededores, otro tanto ocurre con la ropa infantil, las farmacias o con las librerías, ya la hostelería lo invadió todo.
lunes, 23 de enero de 2017
Portales
Se encuentra situada en la parte norte de esta ciudad, en pleno centro histórico de la capital. Se accede por su parte este desde la calle Muro del Carmen, yendo a morir a la fuente de Murrieta o fuente de Trevi para los vecinos en muchos casos. Su denominación se debe a los soportales que ocupan gran parte de la acera sur de la misma, construidos en el último cuarto del siglo XIX, cuando el ayuntamiento de Logroño encargó al arquitecto Francisco de Luis y Tomas la construcción de los mismos, con el fin de acabar con el desequilibrio que había en las edificaciones de la calle,en esta foto es el cruce con Marques de Vallejo.
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